En la actualidad, la importancia de conservación del área no sólo radica en la preservación de la belleza escénica que representa este paraje para el disfrute y el desarrollo del turismo, sino también en el valor de conservación que ésta posee en los aspectos geográfico, paleontológico y arqueológico. Piedra Parada y el Cañadón de la Buitrera son huellas de una mega erupción de un volcán que data de hace 50 millones de años. Distintas investigaciones permitieron conocer la distribución de las estructuras volcánicas y se pudo conocer que alguna vez fue el centro de la caldera de un volcán, extinguido hace miles de años, que expulsaba lava en un radio de 30 kilómetros, con fracturas radiales y otras calderas anidadas. A este tipo de volcanes se los conocen como de ampolla. Al mismo tiempo, la región es un yacimiento de restos paleontológicos, dado que se han hallado numerosos fósiles de invertebrados, hojas de angiospermas y bosques petrificados. Adicionalmente, pinturas rupestres en el Cañadón de La Buitrera y en aleros cercanos dan cuenta de que la zona fue habitada hace más de 5100 años. Como los restos se encuentran muy expuestos, es clave su cuidado y preservación.